Dormir mal puede perjudicar tu memoria
Ya son varios los estudios científicos que advierten que la reducción de la cantidad y calidad del sueño que aparece durante el envejecimiento, puede tener efectos negativos en la memoria y el rendimiento cognitivo.
A medida que envejecemos los patrones de sueño cambian significativamente. Se produce una tendencia tanto a acostarse como a levantarse antes, una mayor dificultad para quedarse dormido, una disminución de las horas de sueño y una propensión a despertarse durante la noche, ademas de los cambios en la estructura del sueño que reducen el tiempo de sueño profundo.
"La reducción de la cantidad y calidad del sueño
puede tener efectos negativos en la memoria y el rendimiento cognitivo"
Sin embargo, estos cambios no afectan igual a todo el mundo, hay personas de edades avanzadas que duermen perfectamente, mientras otras sufren un deterioro del sueño nocturno, que suele acompañarse de una somnolencia diurna.
El sueño tiene un gran impacto en el rendimiento a nivel cognitivo y en las diferentes funciones mentales. Cuanto menos y peor se duerme, menor es la capacidad del cerebro de formar recuerdos y retener aprendizajes.
Es por esto que las terapias dirigidas a restaurar el sueño pueden ser un método preventivo al deterioro cognitivo durante el envejecimiento y atrasar las apariciones de una demencia, aunque podrían ser útiles también en personas afectadas por enfermedades neurodegenerativas, retrasando el desarrollo de esta y sus síntomas.
Por otro lado, algunos estudios también señalan el impacto negativo en el organismo del déficit de sueño en las personas jóvenes y adultas: altera el metabolismo, aumentando el riesgo de padecer obesidad; eleva las posibilidades de padecer una diabetes tipo II o un infarto de miocardio; afecta al sistema inmunitario, aumentando la vulnerabilidad a las infecciones y resfriados; disminuye la capacidad de atención, motivación y toma de decisiones; y interfiere en la regulación emocional.
Sleeping badly can hurt your memory
There are already several scientific studies that warn that the reduction of the amount and quality of sleep that appears during aging can have negative effects on memory and cognitive performance.
As we get older, sleep patterns change significantly. There is a tendency both to lie down and to get up earlier, a greater difficulty to fall asleep, a decrease in the hours of sleep and a propensity to wake up during the night, in addition to the changes in the structure of sleep that reduce sleep time deep.
However, these changes do not affect everyone equally, there are people of advanced ages who sleep perfectly, while others suffer a deterioration of the night's sleep, which is usually accompanied by a daytime drowsiness.
Sleep has a great impact on performance at the cognitive level and in different mental functions. The less and worse you sleep, the less the brain's ability to form memories and retain learning. This is why therapies aimed at restoring sleep can be a preventive method to cognitive deterioration during aging and delay the occurrence of dementia, although they could also be useful in people affected by neurodegenerative diseases, delaying the development of this and its symptoms .
On the other hand, some studies also point out the negative impact on the organism of sleep deficit in young and adult people: it alters the metabolism, increasing the risk of obesity; increases the chances of suffering from type II diabetes or myocardial infarction; affects the immune system, increasing vulnerability to infections and colds; decreases the capacity for attention, motivation and decision making; and it interferes with emotional regulation.